Antonio Betancor

Tenerife

Antonio José Betancor Curbelo (Santa Cruz de Tenerife, 7 de octubre de 1942 - 3 de octubre de 2006), fue un destacado cineasta y guionista canario. Tras titularse en la Escuela Oficial de Cinematografía, obtuvo una beca de la Fundación March que le permitió estudiar diversos cursos de cine en la Universidad del Sur de California en EEUU.

Sus primeros trabajos tras la cámara fueron dos cortometrajes: Una escultura y Dos setenta setenta cincuenta y tres, último trabajo, ambos de 1972. Además, en sus inicios trabajó como ayudante de dirección de Mario Camus. En el campo de la televisión participó en la realización de algunos episodios para una serie de TVE, Paisaje con figuras (1976–1977), así como en El juglar y la reina (1978).

El salto a la gran pantalla lo dio con su ópera prima Sentados al borde de la mañana con los pies colgando (1978), película protagonizada por Miguel Bosé y Luis Ciges. Sin embargo, fue en la década de los 80 cuando empezó a tomar mayor relevancia en el panorama cinematográfico nacional con la adaptación de la novela de Ramón J. Sender, Crónica del Alba.

Por problemas de longitud, dividió la historia en dos películas, Valentina (1982) y 1919. Crónica del alba (1983). Con Valentina recibió el Premio UNICEF en el Festival de Cine para la Juventud y la Infancia de Lausana (Suiza). Además, en estos años pasó a formar parte de la Comisión Asesora de la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias.

En los años 90 realizó su último largometraje y por el que es más conocido: Mararía (1998). Basada en la novela homónima del escritor tinerfeño Rafael Arozarena, esta dramática historia de amor ambientada en el siglo XIX se rodó en su mayor parte en Lanzarote (salvo algunas escenas en Gran Canaria) y estuvo protagonizada por la lanzaroteña Goya Toledo, así como también por los actores Carmelo Gómez e Iain Glen. Con gran éxito de taquilla, la película estuvo nominada a 5 Goyas, a saber, Mejor guion adaptado, Mejor dirección artística, Mejor música original, Mejor actriz revelación y Mejor dirección fotográfica, llevándose la estatuilla en esta última categoría. 

En el año 2000, Betancor pasó a formar parte del jurado de la primera edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas y al año siguiente fue nombrado miembro del comité asesor del mismo. Su último trabajo fue La mosca cojonera (2004), un corto perteneciente a la obra colectiva ¡Hay motivo!. Compuesta por 32 cortometrajes dirigidos por distintos directores, la película mostraba la realidad política y social de la España del momento con un marcado acento crítico.