Un "3D" hecho en Canarias

20 de noviembre de 1932

El 1 de mayo de 1936, Louis Lumière proyectaba por primera vez una película en relieve frente al público parisino. Sin embargo, 4 años antes, en Las Palmas de Gran Canaria, Luis Junco Toral (ingeniero de telecomunicaciones de la oficina de Correos de Las Palmas de Gran Canaria), junto a Leopoldo Soto Tavío (oficial primero de telégrafos) y Bernardo Monzón Noble (operador del cine Pabellón Recreativo) ya había patentado un sistema que permitía ver películas a través de una técnica que recuerda a los actuales 3D. 

El 20 de noviembre de 1932, un telegrama firmado desde Madrid anunciaba la concesión de la patente a Luis Junco Toral por Un procedimiento para la obtención de la proyección cinematográfica  en relieve, con películas ordinarias, sean o no sonoras. Se trataba de un sistema con dos discos giratorios con filtros de colores (verde y rojo) que a través del uso de gafas permitía el visionado de imágenes en tres dimensiones. La principal ventaja de este sistema -a diferencia del inventado por el legendario Lumière- era su bajo coste ya que no se necesitaba un proyector especial con dos objetivos para su visionado, sino un proyector ordinario al que se le modificaba el juego de velocidades (de 24 a 28 imágenes por segundo). Además, utilizando el sistema canario, la película se podía ver con o sin gafas mientras que en el de Lumière las gafas eran imprescindibles.

La patente de 1932 se mantuvo hasta 1935. Tras nuevas investigaciones, Luis Junco Toral, Bernardo Monzón Noble y Leopoldo Soto Tavío patentaron Un nuevo procedimiento para la proyección cinematográfica en relieve, con películas ordinarias, sean o no sonoras. Fue entonces cuando dos responsables de la compañía Paramount Pictures se desplazaron desde Madrid interesándose por el proyecto, pagando un millón de pesetas a cambio de los derechos del sistema. Según las fuentes, a pesar de las reticencias de Bernardo Monzón y Leopoldo Soto, los responsables de la Paramount se llevaron una copia del proyecto sin haberse firmado ningún contrato. Tras el estallido de la Guerra Civil española, y la muerte de Luis Junco, todo lo que rodeó al invento canario cayó en el olvido. Una vez finalizada la guerra, empezaron a llegar a Canarias las primeras películas en tres dimensiones. ¿Tendría algo que ver el invento de los canarios?