El auge del cortometraje y la animación

2000-2010

Con la entrada del nuevo siglo, el cine producido en Canarias tomó un nuevo impulso. Son varias las razones que propiciaron este empujón, pero sin lugar a dudas la más importante es la accesibilidad del formato digital. Con la digitalización vino un abaratamiento de las cámaras digitales, una deducción de los costes de producción así como la generalización de su uso. Con cada avance tecnológico, se hacía cada vez más fácil grabar y también editar.

Otra razón de peso que llevó a un incremento en la producción audiovisual fue la proliferación de los festivales de cine a lo largo y ancho del Archipiélago, los cuales posibilitaron no sólo el contexto y pretexto para la realización de nuevas piezas audiovisuales sino la posibilidad de que las mismas entrasen dentro de los circuitos de exhibición. Entre lo más importantes de la década  se pueden destacar El Festival Internacional de Cine de Las Palmas (LPA Film Festival), que arranca en el año 2000; El Festivalito de La Palma (2002), Canarias Rueda (2003) y Miradas Doc de Guía de Isora (2006).

Con todo este caldo de cultivo, no es de extrañar que el tipo de producción audiovisual preferido por los canarios del nuevo milenio fuese el cortometraje, que experimenta un boom en el archipiélago nunca visto antes en la historia del cine en Canarias y que puede ser comparado, aunque en menor escala, con el que se vivió en los años 70 con el cine amateur de los superochistas. Si se junta el aumento de muestras y festivales como base de producción, con la accesibilidad del formato digital y se le suma el impulso de internet como medio de difusión, crece la oportunidad de hacer cortometrajes. Según un artículo publicado por Jairo López y Josep Vilageliu «más de 120 directores han realizado cerca de 550 películas de duración inferior a los 60 minutos, unas cifras insólitas en la pequeña historia del cine realizado en las Islas» (LÓPEZ y VILAGELIU, 2011).

Una pieza clave para entender la evolución del cortometraje en las islas en esta década es la creación de un catálogo impulsado desde el Gobierno de Canarias denominado Canarias en corto en 2006. La convocatoria, que se sigue celebrando anualmente, consiste en la selección y subvención de 7 cortos con copia final en 35mm que después se distribuye en la Península para ser presentados a diferentes certámenes. 

En cuanto a los cortometrajes que encontramos en esta década, no sólo nos encontramos con una gran variedad de géneros sino también distintas clasificaciones. De esta forma, hay que diferenciar entre los cortometrajes profesionales, es decir aquellos que reciben subvención y son realizados por productoras; los semi-profesionales, que son aquellos con aspiraciones profesionales pero que carecen de la financiación necesaria; y los de carácter “amateur”, aquellos realizados por personas que, sin ninguna aspiración para hacerse un hueco en el mundo del cine se lanzan a hacer cortos por diversión (como ocurre en gran medida con los que se realizan durante El Festivalito de La Palma).

En cuanto a la duración,  pese a que es tradicionalmente aceptado que un cortometraje debe tener una duración de menos de 30 minutos, lo cierto es que con el nuevo siglo se hizo cada vez más visible la tendencia hacia los cortos hiperbreves, es decir, aquellos con una duración entre 1-5 minutos. ¿La razón? Las condiciones de festivales como El Festivalito (máximo de 12 minutos) o Canarias Rueda (máximo de 5 minutos) y el incremento de la difusión de los cortos en la web (Youtube, Facebook, etc). Aunque parezca una limitación, lo cierto es que esta constricción del tiempo hizo que por un lado, los costes de producción decreciesen y por otro, que la experimentación cinematográfica incrementase, especialmente por lo que implica concentrar en tan poco tiempo una narración coherente.

Es imposible hacer un recorrido por todos los cortometrajistas. Para ello se puede consultar el listado que expone Jairo López en la Revista Latente (2011, 215-235). Aquí nos limitaremos a nombrar aquellas producciones y personalidas que mayor peso tuvieron así como a los cortos más premiados de la década. Para empezar, si hay que destacar un plato fuerte en cuanto a producción se refiere, ese sería el que propuso Guillermo Ríos, con Nasija (2006). Aunque ya había comenzado años antes con cortos como El tatuaje (2003), con Nasija consiguió convertirse en el corto español más premiado del año y ser preseleccionado para los premios Oscar. El proyecto supuso un gran salto cualitativo en cuanto a niveles de producción, ya que contó con financiación por parte del Gobierno de Canarias, el Ministerio de Cultura y la Televisión Canaria.

También hay que destacar a David Pantaleón, actor de formación pero que comenzó a interesarse por la dirección al ponerse tras la cámara en festivales como Canarias Rueda o El Festivalito. De ahí germinaron obras como Fast Love (2007); Belanglos (2009), que ganó el primer premio en el Festivalito de La Palma; o Perro rojo (2009) con 7 premios a sus espaldas.

También hay que hablar de David Cánovas que rodó su primer cortometraje en 2002, Mate, con el que consiguió varios premios a nivel nacional; El intruso (2005), thriller rodado en cinco planos, a tiempo real y protagonizado por José Coronado, rodado en 35mm y nominado al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción; Cambio de turno (2007) o El contratiempo (2009), ambos rodados también en 35mm.

Siguiendo con la lista podemos hablar de Roberto Pérez Toledo que comenzó con Lluvia (2000) un marcado estilo que Jairo López describe como “intimista, de universos poéticos, basados en diálogos o voces en off” y que continua con En otra vida, Estrela, Globos, Vuelco, Nuestro propio cielo, Pajaritos, Los gritones o Manguitos.

Otros:

  • Mercedes Afonso: La tierra desde la luna (2001)  Ada, en una isla encantada (2004).
  • José Ángel Alayón: Niño con lluvia (2003), Viento de ciudad (2006).
  • Patrick Bencomo: Ceroº (2005), Emperrado (2007) o Negritud (2008).
  • David Delgado San Ginés: Aniversario de nada (2009), Sueño fronterizo (2009).
  • Jaime Falero: El último negocio (2004), Por dinero negro (2006) o Cause and effect (2007).
  • Alberto García: Las gafas (2008).
  • Andrés Koppel: Unión Europea (2007).
  • Aarón Melián: Km 37 (2004), La ratita presumida, Encuentro (2004) y Ante tus ojos.
  • Digital 104: grupo formado en Tenerife por Mª Eugenia Arteaga, Jonay García, Domingo J. González y Jairo López que produjeron cortos como El planoRotoInsecto.

No podemos terminar este capítulo sin antes ahondar en el mundo de la animación canaria, que fue en esta década cuando comenzó a despuntar de una forma especial. Una vez más, hay que destacar el papel que los festivales tuvieron a la hora de hacer que este fenómeno fuese posible: el Canariasmediafest (1988), que siguió celebrándose bienalmente con la entrada del nuevo siglo, o El Festival Internacional de cine de Las Palmas (2000), que acogió la exhibición de varios cortos de animación en la sección “Foro Canario” o Animayo (2006), festival internacional de cine de animación, efectos visuales y videojuegos.

También hay que destacar como hito el hecho de que en 2006 naciese La Casa Animada, empresa hermana de La Mirada Producciones y primer estudio en Canarias dedicado exclusivamente a la animación. Con Carlos Miranda a la cabeza de la dirección artística, el proyecto empresarial nació con el fin de potenciar el talento y la creatividad de los dibujantes y animadores canarios a través de varios cursos de formación. La empresa está ubicada en Tenerife y cuenta con con el apoyo de Canarias Cultura en Red. Entre sus proyectos se encuentran títulos de animación como Entreniños (2006) de Rubén Garrido, Maxi el aventurero (2007) y El Trotacuentos (2008) de Carlos Miranda.

Siguiendo con la producción de dibujos animados hay que destacar a Chedey Reyes y Machango Studio, un  estudio de creación audiovisual cuyo producto estrella fue la serie de animación Jonás, un niño que vive con su abuela en un barrio humilde y cuya imaginación le lleva a vivir aventuras fantásticas. En 2007, Chedey Reyes y el guionista Pedro Carballido crearon Cool City, una serie de animación limitada de humor negro orientado a adultos y que llegó a producir un episodio piloto con TV Canaria.

Otros títulos destacables: 

  • Un matrimonio bien avenido (2000), de Inma Rodríguez: animación en stop motion y producido por La Mirada.
  • A mano (2005) de Carlos Miranda y José Pérez Mawyín.
  • Home Delivery (2005) de Elio Quiroga: con el que ganó el Gran Premio al Mejor Cortometraje Fantástico en Fantasporto (Festival Internacional de Cine Fantástico de Oporto, Portugal) o el Best Animation Award en el VI Festival Internacional de Cine de Mumbai (India). O Me llamo María (2010), que fue pre-seleccionado a los Oscar como Mejor Cortometraje de Animación en 2011.
  • La Noche de los Feos (2006) de Manuel González Mauricio: nominada a los Premios Goya en 2007. Manuel González Mauridicio, más conocido como “Manolo Pixel”, creó mas adelante junto a su equipo OEK el que es considerado el primer largometraje de animación hecho en Canarias: “Hiroku y los defensores de Gaia (2013), nominado a los Premios Goya en 2014.
  • Tiempo para Carla (2006) de Saray Domínguez
  • Las gafas equivocadas (2006) de Alberto Rodríguez
  • Las aventuras de Carlos Orugo (2006) de Roberto Fernández.
  • Cejas bravas de Orgánica DTM (Diseño, Tecnología y Medio ambiente): serie de animación en la que animales y niños cooperan para que los adultos cambien la forma de relacionarse con la tierra.
  • El viaje de Said (2007) de Coke Riobóo. Producido por Tembleque Producciones, el corto ganó el Goya al mejor corto de animación.
  • Gritos en el pasillo (2007) de Juanjo Ramírez y Alby Ojeda: un largometraje de animación de 77 minutos donde los protagonistas son unos manises.